El
núcleo
Roa de Duero
parece ser que tiene sus orígenes en la época romana, con el nombre
de "Rondu", de la que quedan los vestigios
de la calzada romana que une el puente con el núcleo. Aquí los siglos de historia, como no podía ser de otra manera,
han dejado algunas
huellas significativas, como la muerte
del Cardenal Cisneros, durante el viaje que realizaba
para recibir al Emperador Carlos I en 1517,
la presencia de los Duques de Alburquerque, en el siglo XVII, o la
estancia en prisión en 1813 de Juan Martín Díaz "El Empecinado", guerrilleo y liberal, que después sería ajusticiado en la plaza de Roa
En el encuentro de las aguas de los ríos Riaza y Duero, se alza esta villa, asentada en lugar predominante, reflejando su historia y su arquitectura en las aguas lentas del Padre Duero. Se conservan
restos de sus murallas del siglo XIII y la Iglesia Colegiata
de santa María, de grandes pro porciones
y monumental portada de 1593, aunque
en los ábsides se han adosado
unas construcciones de viviendas. La carretera de la Consejería de Fomento
de la Junta y Castilla y León BU-102, que une las localidades de Fuentecén con
nuestra villa, dispone, en su punto kilométrico
9,300 del histórico y majestuoso puente-castillo de Roa de Duero.
Nos encontramos entre medias de las importantes localidades de Aranda de Duero (Burgos) al este, y Peñafiel (Valladolid) al oeste, en ambos casos a poco más de veinte kilómetros de distancia. Y a unos 100 kilómetros de la capital
burgalesa, por lo que dada esta posición
estratégica en la Ribera del Duero, se considera
la capital del vino de esta Denominación de
origen, estando por tanto su sede en esta localidad.
En la trama urbana
se reconoce el casco histórico, asomado al Duero desde la altura, con la
forma de huella de zapato,
y las extensiones posteriores a lo largo de las vías de salida, o rellenando el espacio entre éstas y
el núcleo inicial.
El
puente
El Puente
de Roa de Duero, majestuoso, lo podemos enmarcar
en los denominados tipo castillo (hay muchos ejemplos
similares en Castilla
y León: Cabezón de Pisuerga, Tordesillas, y una larga lista).
Por su estructura es posible que su construcción date
de los
años 1600-1700, puente del renacimiento.
Tres arcos de grandes sillares forman unas bóvedas de 20 metros de luz. Los tajamares, aguas arriba, son de forma trapezoidal los dos de los extremos
y de forma circular los dos del centro. Los espolones, aguas abajo, son los cuatro de forma rectangular. En ambos casos,
tajamares y espolones, se prolongan
hasta la plataforma de la calzada, dando lugar a unos "apartaderos". El estribo de la margen
izquierda dispone de dos pequeños
contrafuertes, tanto aguas arriba como aguas abajo.
El perfil urbano
El núcleo de Roa (capital del vino de Ribera del Duero)
nos ofrece un escenario privilegiado con todos sus elementos perfectamente reconocibles y destacados (línea de agua y curso fluvial arbolado, puente de piedra de rotundos
tajamares y perfil urbano elevado en cornisa) que sin embargo
se desequilibra en su silueta urbana, con cierta
sorpresa después de observar la traza del casco tradicional (una huella de zapato), al comprobar cómo se corresponde
más bien a un frente o silueta "mellada", destacada
en altura, pero falta de ritmo o disposición de los edificios, de elementos
significativos o hitos (torres de iglesia...) y sin homogeneidad
alguna en colores, textura y volumetría.
Nuestro
citado escritor E. Escapa (op. cit.) nos da explicación cumplida a "tanto
desequilibrio entre su historia y los vestigios
que el viajero puede contemplar", a
los que califica de "andrajos urbanísticos que asoman a este mirador" y desde el que, eso sí podemos contemplar una vista abierta, que comienza en la antigua calzada romana que baja hasta el río, el puente de tres arcos, el conjunto de iglesia, fabricas y bodegas que al otro margen se apiñan, y la extensa vega.
El paisaje urbano del Duero (Agua, Puente y perfil urbano)
Celestino Candela Pi; José María Fraile, Torcuato Cortés de la
Rosa
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