jueves, 13 de noviembre de 2014

Paisaje urbano del Duero. Almazán





El Núcleo
La localidad de Almazán, situada a treinta kilómetros al sur de Soria capital, está enclavada en las márgenes del río Duero, fundamentalmente en su orilla izquierda. Supone una clara encrucijada de caminos: Soria, Gómara, Calatayud, Medinaceli, Atienza, El Burgo de Osma, etc., dando fe de ello su dilatada historia.
Almazán, de nombre árabe (fortaleza), cuyos orígenes también lo son, hasta que en 1128 la reconquista el rey de Aragón y pasa a la corona de Castilla. Bella ciudad que conserva importante arquitectura llena de historia, desde sus murallas rehechas en el siglo XIII, de las que aún quedan las puertas de Berlanga o del Mercado, Herreros y La Villa, hasta hermosas iglesias de estilo románico (San Vicente, San Miguel) y edificios civiles, como el Palacio de Los Condes de Altamira de estilo gótico-isabelino del siglo XVI. Los adnamantinos celebran un mercado semanal, que es el más importante de la comarca, en el que se intercambian productos agrícolas y ganaderos.
En la trama urbana de Almazán se reconocen el casco histórico y el parque fluvial, a ambos lados del Duero y unidos por puente y pasarela, y unos ensanches o desarrollos en círculos concéntricos alrededor del casco, incluso al otro lado del Río, apoyados en las vías que se abren en abanico desde el puente.
Las aguas del río Duero dan vida a estas gentes, con una hermosa playa artificial y un parque en sus riberas. Estas aguas cruzan un largo puente de piedra, que con sus trece arcos se integra en la antigua carretera nacional N-111.


El Puente
Este grandioso Puente de 150 metros de largo, y 13 arcos, presenta, en la actualidad, muchas intervenciones realizadas a lo largo de su historia. No obstante muy posiblemente sus orígenes sean medievales, con sus grandes tajamares aguas arriba y sus arcos ojivales y de medio punto. Desgraciadamente las actuaciones realizadas en este puente lo han "mutilado" de sus orígenes medievales, y posiblemente el Puente que hoy vemos sea del siglo XIX.
Con una rasante ligeramente alomada, y en épocas no muy lejanas (antes de construirse la actual variante de Almazán) con un tráfico intenso, como corresponde a una carretera nacional (N-111) en esta encrucijada de caminos, Medinaceli-Soria-Logroño, el actual estado del Puente de Almazán es de un cierto desahogo.
Presenta, como ya se ha dicho, trece arcos de piedra, con tajamares de grandes sillares aguas arriba. En un momento determinado de su dilatada historia se le amplió el ancho de la plataforma de la calzada, posiblemente eliminando pretiles de piedra, y colocando una barandilla metálica. Los báculos de iluminación que presentaba, colocados al tresbolillo, tampoco son los apropiados desde un punto de vista estético e histórico.
Aguas abajo, y demasiado próxima al puente, se ha ejecutado recientemente (1988) una moderna pasarela de banda tesada, de uso peatonal. La silueta ondulada impacta desde un punto de vista estético, no si dudoso dada la proximidad al puente de piedra. No obstante nos parece una solución atrevida y creemos que acertada. Es la única estructura de este tipo que conocemos en Castilla y León.
El Paisaje urbano
La vista del conjunto histórico (no declarado sin embargo) desde el río, es armónica y equilibrada, con el ritmo que marcan los numerosos elementos significativos (iglesias, hospitales y monasterios, consecuencia de las numerosas guerras y avatares de su historia) si bien, sin formar un perfil o frente homogéneo consecuencia de la trama urbana abigarrada y la aparición de algunos elementos discordantes en la silueta urbana (medianerías en edificios de varias plantas). Quizás el hecho de no encontrarse declarado como Casco Histórico, ha posibilitado estas actuaciones disonantes.
Completa el perfil monumental de esta villa las galerías renacentistas del palacio de los Mendoza, levantado sobre el talud natural del Duero, que al otro margen nos ofrece el parque fluvial de la Arboleda, uno de los grandes atractivos paisajísticos y recreativos de la ribera del río y que supone una continuidad de la franja vegetal que le acompaña a su paso por la población.
La vista desde el casco antiguo, nos ofrece sin embargo algunos matices conflictivos. Así la ubicación de la pasarela peatonal junto al puente de plataforma ondulada y diseño moderno nos ofrece una imagen confusa de elementos contrapuestos y distintos estilos, que se ve agravada por la existencia al fondo de bloques de viviendas ubicados en el cruce de caminos que convergen en Almazán y que son el elemento visible de un  nuevo caserío, sin pauta alguna en su definición, paisaje caótico y desordenado.
Desde el mirador de la Plaza Mayor, podemos observar sin embargo, un paisaje fluvial de interés dado el ancho cauce con islas arboladas entre las que el Duero serpentea.
El paisaje urbano del Duero (Agua, Puente y perfil urbano)

Celestino Candela Pi; José María Fraile, Torcuato Cortés de la Rosa













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