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domingo, 26 de agosto de 2018
domingo, 16 de noviembre de 2014
Paisaje urbano del Duero. Zamora
El
núcleo
Asentamiento de origen celtibérico se convierte en Ocellum Duri romana, con un privilegiado emplazamiento para la defensa del puente sobre el río y los posteriores e importantes avatares históricos y los personajes
que los protagonizaron, Fernando I, Doña Urraca,
Vellido Dolfos y el
mismísimo Cid.
Sus murallas
tienen recintos del S. XI y XIII con varias puertas y albergan la Catedral del S.
XII y el Castillo de planta trapezoidal, en un extremo
junto al río, y el casco histórico que se abre desde allí paralelo al río con una calle como espina dorsal, y en su caserío podemos encontrar
numerosos civiles (la Alhóndiga, la Casa de los Momos o el Ayuntamiento) religiosos (conjunto de
iglesias románicas como San Isidro, San Pedro o La Magdalena, además de la propia Catedral) y conventuales, Dominicos del S. XIII y otros.
La
desconocida ciudad de Zamora, última urbe por la
que discurren las aguas del río, reflejo de su arquitectura (románica, moderna) nos sorprende
con sus puentes actuales,
así como por el futuro y polémico
puente que se quiere, no se sabe dónde, construir.
Este que nos ocupa
conocido como Puente Nuevo o Puente de Piedra Románico, es hoy (sábado 4 de marzo d 2006) el
último puente sobre el río Duero en la
capital de Zamora, y también el último puente
urbano.
El
puente
Se
encuentra situado frente a todo el casco
viejo-histórico-monumental de
la ciudad castellana (vino, gastronomía, queso), que ocupa la margen derecha
de las aguas, uniéndola con la margen izquierda de los nuevos-viejos barrios de Cabañales
y Las Dueñas, frente a la sede de la Fundación
Hispano-Lusa Rei Afonso Henriques.
Todos los puentes que podríamos
definir como "históricos" (concepto que habría que matizar) tienen
una larga y dilatada historia, no siempre suficientemente documentada y divulgada. No este el caso de nuestro Puente
de piedra de Zamora (también conocido
como Puente Nuevo),
que sí tiene documentada su historia, gracia a los muchos y variados estudios
que a lo largo de los tiempos se
han realizado sobre él.
Según los investigadores Pilar Chías Navarro y Tomás Abad Balboa, la cronología de la vida de este puente se puede comprobar en su excelente trabajo publicado sobre "Los caminos
y la construcción del territorio en
Zamora, Catálogo de Puentes" (2004).
Actualmente (2006) es una infraestructura perteneciente al Ayuntamiento de Zamora,
que soporta una gran intensidad de tráfico de vehículos y personas.
Sus casi 300 metros de longitud
(aquí el Duero es un río de anchura), y un pequeño
quiebro en su planta en los últimos metros
de la margen izquierda, salta las aguas con sus quince arcos de piedra, y los tímpanos
provistos de unos aligeramientos a modo de aliviaderos de crecidas, con tajamares y espolones de planta recta triangular que no llegan más que hasta la parte baja de los aliviaderos.
El pretil
original de piedra
se ha sustituido, posiblemente en las actuaciones de 1905, por una barandilla metálica.
El
paisaje urbano
Se trata
de la población de mayor entidad, ciudad y capital,
de nuestro recorrido
por el Duero en Castilla
y León, y es por ello que en nuestro
análisis paisajístico podemos distinguir con claridad varios
perfiles urbanos considerando en
todo caso, la conexión de los elementos seleccionados, agua, puente y perfil;
así tenemos la vista
del Casco Histórico, que, como en Tordesillas,
es un
paisaje de perfil monumental y equilibrado, dominado por la catedral, con la severidad
de su torre maciza y el aire bizantino
de su cimborrio (E. Escapa,
op. cit.), que permitiría una versión seriada a través de las penetraciones por el borde del casco histórico desde
el río Duero por las
puertas de acceso al recinto
amurallado.
El otro perfil urbano que se percibe con claridad en Zamora son las imágenes exteriores
al casco histórico, de
los desarrollos urbanísticos desde mediados del siglo pasado hasta los actuales,
y que permite percibir en gran medida, el caos y desorden de los nuevos paisajes urbanos de las grandes ciudades, donde las volumetrías excesivas, la falta de ritmos
homogéneos, texturas, materiales
e hitos reconocidos nos ofrecen tal imagen confusa. También desde el Casco Histórico a través de la ronda Trascastillo podemos observar la vega del Duero, particularmente desde la plataforma del parque de la fortaleza, si bien el desarrollo
de la ciudad ha cruzado ya el río y ocupa una importante franja urbana.
El paisaje urbano del Duero (Agua, Puente y perfil urbano)
Celestino Candela Pi; José María Fraile, Torcuato Cortés de la
Rosa
sábado, 15 de noviembre de 2014
Paisaje urbano del Duero. Tordesillas
El
núcleo
Tordesillas, encrucijada de caminos,
ciudad del Tratado, cuna de Doña Juana,
enclave decisivo en la historia de España. La población conserva
restos de sus murallas y varias casonas y palacios de los S. XVI y XVII, como el hospital
Mater Dei y las iglesias
de San Pedro y Santa María, así como
las casas del tratado, en las que en 1494 se delimitaron los dominios atlánticos de España y Portugal y el monasterio de Santa Clara, construido inicialmente
como palacio mudéjar
y transformado en convento en 1363.
El casco histórico
de forma clásica
almendrada y delimitado
por el Río, la carretera nacional
y el viario tiene una forma regular en cuyo centro se
encuentra la Plaza Mayor con
edificios de dos plantas sobre Pórticos de columnas. En la actualidad se desarrollan nuevas áreas urbanísticas a lo largo de todas las vías, completando los
arcos que se forman entre ellas, de paisajes urbanos repetitivos y de importantes volumetrías.
Tordesillas, que tiene
sus antiguos orígenes ya en época romana, conoce
días de gloria y esplendor en plena Edad Media, en la que se construyó
su hermoso y largo puente de diez arcos sobre el río Duero.
El
puente
El puente
de piedra de esta ciudad es el mejor estandarte para contemplar su perfil majestuoso (el del Puente y el de Tordesillas), cuando nos acercamos por las carreteras procedentes de Salamanca (carretera N-620) o Madrid (por la antigua
carretera nacional N-VI).
Puente de origen medieval.
Según el profesor Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera, en su libro La arquitectura de Puentes en Castilla y León 1575-1650: "... Juan de Nates se limitó a recomponer el Puente para dejarle
con su misma forma, respetando sus arcos apuntados, pero debió
regularizar los tajamares".
La datación
exacta de este tipo de puentes
casi siempre es más que compleja y polémica. Este caso no es una excepción, y así en el libro de "La
Historia de Tordesillas" su autor Eleuterio Fernández Torres sitúa el origen del puente
en el siglo
X, mientras que Jonás Castro Toledo, autor del
prólogo del libro citado, lo sitúa en el siglo XIII.
Lo que sí parece cierto es que el Puente que vemos actualmente es del siglo XIII-XIV, independientemente de
que en fechas anteriores, y en el mismo lugar, hubiera
otro Puente ¿de origen romano?
El señorial e histórico puente de Tordesillas, testigo ya de miles de acontecimientos, y después de haber soportado cantidades de vehículos de todo tipo sobre sus arcos, hoy ha pasado
a tener una vida más tranquila y relajada, gracias a la reciente construcción de
sendas variantes con los nuevos
Puentes de la A-6 (Madrid-La Coruña) y de la A-62 (Burgos-Salamanca-Portugal).
El paisaje urbano
Es quizá el conjunto más compuesto y equilibrado desde el punto de vista de paisaje urbano y de los elementos que lo componen, en
este recorrido de la traza del Duero.
En efecto, el análisis de los elementos
aislados nos ofrece un cauce del río abierto y con abundante caudal, un Puente de trazado rotundo,
y sobre todo un perfil urbano
compacto, monumental
y entonado en textura y color, por lo que el paisaje urbano que podemos contemplar
del conjunto es equilibrado y armónico, gozoso en su contemplación, si nos atenemos a los enfoques teóricos antes enunciados, incluyendo la subjetividad y la emoción de la percepción.
Quizás en esta favorable
valoración deba influir en este caso, la declaración como Conjunto Histórico del núcleo
tradicional, que tan bien delimitado se encuentra en el plano ortofoto, y que nos ofrece tal silueta con ritmo, hitos y homogeneidad.
Desde las terrazas y balcones naturales del casco se nos ofrece una vista amplia y despejada de la campiña, sin edificación apenas y con las vías de alta densidad
de tráfico alejadas
hasta los tramos de Ronda que rodean la población.
Las riberas del río ofrecen además
caminos para el paseo sosegado, si bien tanto estos como las propias riberas
se encuentran en obras o proyectos de tratamiento y recuperación vegetal y paisajística, y que quizás
sea ésta, el borde de la línea de agua el único aspecto que necesita
El paisaje urbano del Duero (Agua, Puente y perfil urbano)
Celestino Candela Pi; José María Fraile,
Torcuato Cortés de la Rosa
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