Un color tan intenso parece que
tiene que pertenecer a algún animal tropical. Además vemos que sus dedos
terminan en unas pequeñas ventosas. Y por si fuera poco están entre la
vegetación y no dentro del agua. Pues no, se trata de una pequeña ranita que
vive en España. Hay otra especie muy parecida, la meridional, que tiene una
distribución más amplia. Para distinguirlas nos fijaremos en las bandas
laterales negras, que faltan en la meridional. Las hembras son de mayor tamaño
que los machos. Al igual que la mayoría de los anfibios son venenosas. Esto no
quiere decir que se vayan a lanzar al cuello para inyectarnos su veneno. Los
elementos tóxicos los tienen en la piel y solamente nos harán efecto si nos la
comemos.
domingo, 27 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
Talleres de madera
Recorremos el territorio
disfrutando de su paisaje y de su paisanaje. Encontramos hombres que han
dedicado su vida a trabajos a punto de desaparecer, igual que ellos. Ya al
final de sus días, mantienen sus talleres como si fueran a trabajar al día
siguiente. Auténticos museos etnográficos pero sin visitantes ni carteles (a no
ser los de los festejos taurinos). Con su muerte estos lugares esperaran a que
una gotera los convierta en ruina. Las herramientas y otros utensilios
terminarán en la chatarra o en la colección de algún avispado. Tradiciones y
patrimonio que desaparece.
domingo, 20 de mayo de 2012
Alambradas
Líneas horizontales que rompen la
naturaleza. Aceradas o sarrosas, de espinos, en rombos, electrificadas… Útiles
para la ganadería pero sobre todo para decir esto es mío. Kilómetros y
kilómetros de alambre. Paisaje dividido, no se escapa ni lo público. Nuestro
ojo ya lo ha integrado ¿ y el resto de seres vivos?
miércoles, 9 de mayo de 2012
Calvarrasa
El círculo se va cerrando.
Caminos mil veces recorridos. Varias carreteras, paisajes cercanos a la ciudad.
La fugacidad de la mirada que en breves momentos se ha desplazado varios
kilómetros. Llanuras inmensas con escaso arbolado, la huella del hombre en
todos los lados.
Un nuevo camino, algo de
tranquilidad y la luz de las últimas lluvias de la primavera. Dos topónimos nos
guían, Calvarrasa de Arriba, Calvarrasa de Abajo. Árboles salpicados que nos
recuerdan lo que pudo ser otro tiempo. Texturas y colores. Llanuras limitadas
por sierras o por torres de Catedral. Aves que acompañan nuestro caminar.
jueves, 3 de mayo de 2012
Golondrina (Hirundo rustica)
Ave sobradamente conocida que
comparte con nosotros pueblos y ciudades. Destaca su gran capacidad voladora.
Machos y hembras son muy parecidos, diferenciándose por la longitud de las
plumas de la cola. Los machos más fuertes y sanos tienen estas plumas más
largas, siendo un indicativo de su calidad genética.
Tras regresar de sus vacaciones
invernales se afanan en construir sus nidos. Es frecuente verlas en las orillas
de charcas y riachuelos cogiendo barro con sus picos. Mezclando la saliva con
el barro formarán unos casquetes semiesféricos que pegarán debajo de balcones y
otros lugares.
La tradición les ha dado un
marcado carácter sagrado. La mancha roja de la frente y el babero se atribuye a
la sangre de Cristo que las mancho cuando le retiraron la corona de espinas.
Su alimentación se basa en
insectos lo que las convierte en seres muy valiosos para los humanos. Se las
puede ver cazando mosquitos a poca distancia del agua.
Ave muy querida y beneficiosa que
sin embargo resulta molesta con los nuevos hábitos higiénicos. Hay a muchas
personas que les molesta tener golondrinas en sus cornisas porque ensucian las
fachadas y las aceras. También con las nuevas construcciones se dificulta la
instalación de los nidos. Pero como tampoco se toleran las picaduras de los “bichos”
se tendrán que comprar más tarros de insecticidas y de ungüentos para aliviar
los picores.
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