Caen chuzos de punta y todo
aconseja quedarse tranquilito en casa. Espesos nubarrones cubren el cielo y los
aguaceros se suceden unos a otros. Al final me animo y cojo mi cámara compacta,
al fin y al cabo Salamanca se ve mejor con la lluvia. Las luces del atardecer
tienen un atractivo especial, sobre todo cuando aparecen por sorpresa después de
una tormenta. Deambular de un lado para otro para buscar las mejores luces.
Intentar hacer coincidir los elementos con los fenómenos lumínicos. Lo mejor,
que cada día tiene su atardecer y todos son distintos.
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