Tuve la suerte de compartir con
él un par de jornadas en Fernando Joanes, pequeño pueblo de la Sierra de la
Estrella. Es asombroso ver como uno de los expertos más reconocidos en
arquitectura popular se emocionaba con la observación de las construcciones
tradicionales. Breve tiempo compartido pero grandes enseñanzas y agradables
conversaciones. Desaparece uno de los mayores defensores del patrimonio
cultural. Sea este mi humilde homenaje. Como decían los romanos: seate la tierra
leve.
Unas grandes imágenes
ResponderEliminarUn gran saludo de un seguidor de tu blog