Había un gallo, Kiriko, muy presumido que le invitaron a ir a la boda de su tío Federico. Se arreglo con sus mejores galas y se pinto el pico.
Caminaba por la carretera y se encontró unos desperdicios. Empezó a escarbar y encontró unos granos de cebada. Dice:
-¡Ay dios mío! ¿Qué haré yo? ¿Picaré o no picaré? ¿Porque si pico y me ensucio el pico?
Pico y se ensucio. Siguió caminando y se encontró con la hierba y le dijo:
-Hierba, límpiame el pico que voy a la boda de mi tío Federico.
La hierba le contesto:
-No, no quiero.
El gallo Kirico continuó caminando y encontró a una oveja y le dijo:
-Oveja, come la hierba, que la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Y no quiso. Siguió su camino y se encontró a un perro:
-Perro, muerde a la oveja que no quiso comer la hierba y la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Y no quiso. Más adelante encontró un palo:
-Palo pega al perro, que el perro no quiso morder a la oveja, que la oveja no quiso comer la hierba y la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Y no quiso. Siguió y encontró al fuego:
-Fuego quema al palo, que el palo no quiso pegar al perro, que el perro no quiso morder a la oveja, que la oveja no quiso comer la hierba y la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Tampoco quiso. Continuó y se encontró un río:
-Río apaga el fuego que no quiso quemar al palo, que el palo no quiso pegar al perro, que el perro no quiso morder a la oveja, que la oveja no quiso comer la hierba y la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Y no quiso. Fue más adelante y encontró un burro:
-Burro, bebe el agua, que el agua no quiso apagar el fuego, que no quiso quemar al palo, que el palo no quiso pegar al perro, que el perro no quiso morder a la oveja, que la oveja no quiso comer la hierba y la hierba no quiso limpiarme el pico y voy a la boda de mi tío Federico.
Bueno pues ahora… ¿por dónde iba yo…? (Por el burro). Pues álzale el rabo y bésale el culo.
Cuento popular de Miranda del Castañar, Salamanca.
Desde luego, una historia muy bien ilustrada. Me ha encantado leerla y desde luego "observarla". Un saludo.
ResponderEliminarjajaj. Me encanta!!!.. Un post de lo mas divertido.. Enhorabuena..
ResponderEliminarBueno, no era así como me la contaban de pequeño, pero la verdad es que no sé como acababa, y el tío se llamaba Perico. Debió correr mucho la historia porque yo la recuerdo de los años 50.
ResponderEliminarBuenas fotos!
Es lo que tienen los cuentos populares que en cada sitio y cada narrador lo cuenta de una manera.
ResponderEliminarA nosotros también nos contaban este cuento de pequeños y, como dice Juan Valera, el tío se llamaba Perico.
ResponderEliminarEn todo caso, ha resultado muy agradable leerle y visualizarle de tu mano.
Un saludo de 'ojolince y sra.'
Me gusto!!!
ResponderEliminar