Pasear por las orillas del río a
su paso por la ciudad siempre es agradable. Algo que sorprende a muchas
personas es que en un río como el Tormes, en el interior de la Península Ibérica,
podamos encontrar gaviotas. Hay algunas, como la gaviota reidora (Larus
ridibundus) que prefieren abandonar el mar durante el invierno y adentrarse por
los cursos fluviales. Tienen un tamaño de unos 36 centímetros y durante el verano
tienen la cabeza de color chocolate. En invierno solamente les queda una
pequeña mancha en forma de coma. Aprovechan los árboles caídos en la orillas
para descansar y acicalarse el plumaje. Hace algunos años, cuando las aguas
fecales eran vertidas directamente al río, se formaban grandes bandos junto a
los desagües. Al encontrarse en zonas muy frecuentadas su observación se hace
sencilla, mostrándonos algunos rasgos de su comportamiento.
Muy buenas imágenes.. Te felicito..
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