Llega la primavera y la pajarería
se encuentra alterada. Los mirlos aportan materiales para su nido, escondido
entre las hiedras y se pasan las noches enteras cantando. Verdecillos, palomas
torcaces, tórtolas turcas… todos se encuentran atareados en los jardines de la
ciudad.
Pero hoy nos ocupamos del cuervo
más pequeño, la grajilla. De plumaje negro, con algunas irisaciones en las
alas, destaca su nuca de color gris más claro. Lo que más nos llama la atención
cuando la vemos es el color blanco del iris. Para anidar suele gustar de ruinas
y lugares cercanos al hombre. En este caso utilizan los mechinales y otros
orificios de lo que fuera la Muralla de la Ciudad, justo debajo del jardín del
Huerto de Calisto y Melibea.
Son hermosas las tomas, felicitaciones!
ResponderEliminarMuy buena la entrada yo le tengo una hecha con el 90 macro en vuelo un poco lejos pero no es mala del todo, estas las has pillado muy bien..
ResponderEliminar¡Preciosas!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.