Es difícil disfrutar de un
autentico día de otoño. Ligera lluvia pero constante. Temperaturas agradables.
Colores limpios, marrones, amarillos, rojos, verdes… Tranquilidad, soledad,
silencio. El sonido de las gotas golpeando las hojas de los robles. El agua
abundante y rápida en los crecidos ríos de montaña. Las nubes jugando con las
cumbres de las montañas. Energía que renueva las fuerzas para poder aguantar la
rutina diaria.
Es una delicia disfrutar de estos preciosos paisajes, rebosantes de verdor y correntones de agua, que llenan de alegría a todo bicho viviente, al ver, que, por el momento, se aleja el fantasma de la sequía y los ciclos vitales se cumplirán sin dificultades.
ResponderEliminarLas fotos, preciosas, con esos tonos ocres de los árboles.
Saludos
Preciosos y llamativos paisajes,saludos amigo
ResponderEliminarEstá preciosa la garganta de Bohoyo, rebosante de agua y colorido otoñal. Una maravilla de la naturaleza que no hay que perderse. Un saludo de ojolince y sra. desde Pucela.
ResponderEliminarEs muy bonita toda la garganta y en estas fechas más...gracias
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