Hay un boom en la recuperación de
viejos caminos para dedicarlos al ocio. Se señalizan, se editan guías, se dan
coordenadas GPS, se hacen valoraciones MIDE…
A mí me parece más interesante
buscar mis recorridos, descubrir por mi mismo los distintos lugares. Siempre se
agradecen las informaciones y las pistas, pero pierde mucho encanto cuando ya
solamente tenemos que seguir flechitas.
En plena Sierra de Quilamas, al
sur de Salamanca, encontramos un camino que une dos poblaciones: San Esteban de
la Sierra y Valero. Camino agradable y poco transitado que daba servicio a los
lugareños en sus labores agrícolas y ganaderas. Aprovecha el valle trazado por
el Alagón en su paso de Castilla-León a Extremadura. Curiosidad de un río que
naciendo en plena Meseta Norte, cruza el Sistema Central para llevar sus aguas
al Tajo.
Valles estrechos y encajados que
guardan en su interior una magnifica vegetación mediterránea y una variada
fauna que justifican su inclusión en una Reserva de la Biosfera y en una ZEPA.
Pero parece que los políticos no están muy convencidos en declarar al lugar
como Parque Natural.
El hombre muestra también su
presencia. Resulta muy interesante el aprovechamiento que se hace del agua
mediante canalizaciones de piedra, fuentes y pilones. Los cultivos en terrazas
nos muestran el buen hacer de las gentes de estos lugares. En los dos pueblos
del extremo del camino, podremos disfrutar de las construcciones populares y de
otras manifestaciones de la cultura tradicional.
Os animo a que lo busquéis, descubráis
su trazado y lo recorráis, antes de que se le ocurra a alguien que hay que
convertirlo en un elemento más a comercializar. Disfrutar de él.
Hace muchos, muchos años que recorrí esos lugares. ENCANTADORES. lA NOCHE JUNTO A ESE PUENTE FUÉ INOLVIDABLE: CENA: PECES SACADOS A DEDO A LA BRASA DE UNA HOGUERA HECHA ALLÍ MISMO. y DECIAN QUE NO HABÍA, PERO YO VI DOS LOBOS.
ResponderEliminarConocer España,descubriendo maravillas
ResponderEliminarAndo con muuuuchas ganas de hacer una entrada en mi blog sobre la "urbanización" de la naturaleza a la que las administraciones públicas la tienen acosada: carteles debajo de un árbol para decir lo que todos ya sabemos (o al menos todos los que queremos saberlo), que eso es un castaño o un roble, puentecitos de madera para que los zapatos de ciudad no se manchen con algo de barro, senderos locales balizados y etiquetados como "ruta de no sé qué" o ruta de la "no sé cuál", artefactos extraños a la naturaleza que denominan obras de arte, entarimados de madera, paneles informativos, ... Sin embargo, caminar por ciertos senderos olvidados es un peligro para la naturaleza, según ellos, aunque nuestras únicas armas sean el silencio y los prismáticos. Te echan de muchos caminos tradicionales y te restringen el paso en base a que somos muchos y podría ser malo para la fauna. Pero luego ellos trazan pistas forestales sin el obligatorio Estudio de Impacto Ambiental a 30 metros de un nido de buitre negro, te construyen la Covatilla, lo intentan con la estación de San Glorio, 50 Kms de pistas forestales en la mejor zona osera de Riaño, las Navas del Marqués, la Ciudad del Medio Ambiente, y un infinito número de despropósitos. En fin, pienso que la administración sólo ve en la naturaleza un elemento más a explotar económicamente, que no a conservarlo realmente.
ResponderEliminarTriste, muy triste, la mentalidad de la Administración.
Los caminos tradicionales resultan una verdadera delicia para el caminante y éste que hoy nos muestras en imágenes, da buena prueba de ello.
ResponderEliminarUn saludo de 'Ojolince y Sra.'
Me gusta ir por caminos que aún no son muy conocidos, pues cuando eso pasa cuando lo conocen demasiada gente la cosa se estropea y si después llegan esos de los que habla Jesús, la jodimos se creen con derechos que nadie les dio para en nombre de la naturaleza, eco no seque se permiten el no dejar pasar a nadie a nadie que no pague o que no les deje dinero, cuando con su ineptitud arruinan lo que tocan, Torcua tu conoces la zona de Doña Brigida y los campos de golf y los edificios y chale-tes que arruinaron los campos, los pozos, las charcas y las ganaderías de vacas, por no decir, las zorreras, las grandes cantidades de Zampullines chicos, Los Somormujos, Ánades, Patos cuchara, Porrón comunes y moñudos, Pitos reales y Pico picapinos y menor y muchos otros y en su lugar claro después de cortar árboles de ribera hacer puentecitos y entarimados de madera y arrancar otras plantas menores (por tamaño, saucos y escaramujos) entre otros y solo por hacer un paseo o recorrido a orillas del río por los andarines y los biciacuestas, por un lugar que solo solían ir algunos cazadores, que aunque no son santos de mi devoción quizá por que no eran muchos al menos lo respetaban más y cartuchos aparte lo mantenían mucho más limpio que los pescadores y family que ahora van masivamente y lo único que dejan es mucha mierda. No siento ser egoísta pero no no me gusta que mis lugares de paseo se llenen de gente que no respeta nada que son capaces de andar cinco o seis kilómetros, en muchos casos con seis o siete kilos cundo no más, sean cervezas, botellas de cola, bolsa de patatas y bollería y otras cosa y que cuando se vuelven para sus casas allí lo dejan más si cabe cuando han llegado hasta allí en coche y que no respetan nada y como dice Jesús les da lo mismo si hay un nido o si arrancar una planta, en fin lo de poner esos supuestos monumento al mal gusto otra mierda más, no aprenderemos nunca.
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