lunes, 19 de marzo de 2012

La ciudad de Salamanca




Fiestas, fines de semana y puentes, abarrotada de gentes de fuera. Camisetas con la cara de alguien y disfraces para beber hasta perder el sentido. Grupos arremolinados alrededor de una persona con un micrófono soltando datos sin parar.




De vez en cuando conviene pasear la ciudad y revisitar los edificios históricos. Con calma y en solitario, sin aglomeraciones. Sólo así podremos disfrutar y descubrir lo que los artistas de tiempos anteriores querían comunicarnos.




Una mañana de resaca o una tarde de borrachera no es la mejor manera de conocer Salamanca.

























2 comentarios:

  1. Tienes razón,yo fui hace años cuando er más joven y las imágenes religiosas no las vi.Hay que poner remedio

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  2. Buenisimo reportage y me fascinan las imagenes.

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