Como es habitual, estas cosas
pasan a más distancia de la deseada y te pillan sin el trípode. Nos encontrábamos
parados en la orilla de la carretera, observando un grupo de milanos reales,
cerca de una chopera. Vimos como un busardo ratonero se posaba en lo alto de
una rama, haciendo malabarismos para mantenerse. Sin saber de dónde, apareció un
aguilucho lagunero que se abalanzo sobre el ratonero. La disputa duro hasta que
el busardo abandono el lugar.
Buen documento. Bonito aguilucho, mudando la cola.
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