Con
esta entrada, tomo como escusa los trabajos decorativos de la rejería para hacer
un pequeño homenaje a un oficio del pasado, el de herrero. Para ello además de
la ilustración fotográfica, incluyo una serie de citas de Mircea Eliade de su libro “Herreros y alquimistas”.
“Lo que el calor “natural” –el del
sol o el del vientre de la Tierra- hacía madurar lentamente, lo hacía el fuego
en un tiempo insospechado.”
“El trabajo implicaba valor
litúrgico que aún sobrevive oscuramente entre las poblaciones rurales de la Europa
contemporánea.”
“… los minerales y los metales
eran considerados como organismos vivos; se hablaba de su gestación, su
crecimiento y su nacimiento e incluso de su matrimonio.”
“Tan “señores del fuego” eran los
fundidores y herreros como los alquimistas, y todos, al ayudar a la obra de la
Naturaleza, precipitan el ritmo temporal y, a fin de cuentas, sustituían al
Tiempo.”
“Las sociedades industriales no
tenían nada que hacer con un trabajo litúrgico, solidario de los ritos de
oficio. Esta clase de trabajo era inutilizable en una fábrica, aunque no fuera
más que por falta de una iniciación posible, de una “tradición” industrial.”
“Los descubrimientos técnicos del
mundo moderno, su dominio del Tiempo y del Espacio, representan una revolución de
proporciones análogas, y cuyas consecuencias estamos aún lejos de haber
integrado. La desacralización del trabajo, sobre todo, constituye una llaga
abierta en el cuerpo de las sociedades modernas.”
“Es bueno que la consciencia
historiográfica del hombre occidental se descubra solidaria de los actos e
ideales de sus antecesores lejanos, incluso si el hombre moderno, heredero de
todos estos mitos y todos estos sueños, sólo ha conseguido realizarlos
desolidarizándose de sus significados originales.”
Que curiosidad me has suscitado, voy a mirar para todas las ventanas puertas y verjas para ver si veo tanta hermosura como muestras.
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