sábado, 1 de octubre de 2011

Ring, ring, ring

La imaginación es muy limitada y el desarrollar la capacidad de observación nos permitirá poner ese límite algo más lejos. Caminar por nuestra ciudad puede servir para éste desarrollo. Fijarnos en los detalles nos descubrirá elementos que, asombrosamente, resisten al paso del tiempo.


Hace no demasiados años el tipo de timbre que aparece en las fotografías era común en la mayoría de las casas. Aun quedan algunos, pero la reforma de los edificios en los que se encuentran acabará con ellos.


Hundidos en la basura desaparecerán sin el mayor remordimiento. Elementos de una historia reciente que recuerdan un modo de vida ya perdido.

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