Aparecen últimamente, en la prensa salmantina, varios artículos acusando a los buitres leonados de ataque a ganado doméstico. Bien es sabido que desde que apareció el mal de las vacas locas, se prohibió el abandono de restos animales en el campo. Con esta situación los buitres no encuentran la abundante comida que tenían antes. Tienen que agudizar más los sentidos y desciende a por restos que anteriormente desdeñarían.
Hace poco pude presenciar uno de estos episodios de “ataque” a unos terneros recién nacidos. Junto a una carretera, próxima a Ledesma, vi un grupo de buitres leonados y algún alimoche, posados en el campo. Se encontraban a cierta distancia de una vaca con su ternero recién nacido. El ternero permanecía tumbado en el suelo inmóvil. Por la distancia no se si este estaba muerto o vivo. Uno de los buitres se acercaba amenazante al ternero pero la vaca rechazaba una y otra vez los ataques, sin llegar en ningún caso al contacto entre ambos.
Por falta de tiempo abandone el lugar sin que ocurriera nada más. Si el ternero nació muerto, la vaca no tardaría en dejar de defenderlo y los buitres darían buena cuenta de él. Si el ternero estaba vivo la vaca no lo abandonaría y los buitres tendrían que buscar otro vacado para merendar.
Si este episodio lo viera el ganadero, dueño de las vacas ¿Cuánto tiempo pensáis que tardaría en acercarse a comprobar si el ternero estaba muerto? Seguro que no se acercaba y esperaba al reportero del periódico local para contarle como los buitres mataron a su ternero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario