Buena parte de la provincia de
Salamanca está dominada por tierras llanas con ligeras ondulaciones y escasos relieves.
La zona más plana ocupa el noreste con las llanuras sedimentarias donde,
además, la vegetación arbórea es escasa. En este paisaje quedan restos elevados
que, por su dureza, resistieron el paso del tiempo y la acción de la erosión.
Estos lugares llamaron la atención del hombre desde antiguo y es raro el que no
acoge algún hito histórico. Ruinas de castillos como en Carpio Bernardo; restos
de eremitorios en San Pelayo de la Guareña; ermitas de la Virgen de la Peña, del
Castillo o del Viso; monumentos conmemorativos de la batalla de Arapiles o de
la estancia de Cristóbal Colón… Lugares para descubrir y otear.
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