Llega el verano y el sol tiñe el
paisaje de amarillo. Solamente permanece el verde oscuro de las abnegadas
encinas. Amplias planicies donde las vacas buscan su sustento. Pequeñas charcas
para saciar la sed. El espectáculo del cielo que nos anuncia, quizás, la futura
tormenta.
Bonito colorido en el cielo, buen blog que te marcas, le estoy echando un vistazo a todas las entradas, así que sigo la vista.
ResponderEliminarMuy bonito. ¡¡ Qué recuerdos vienen a mi mente de esa zona!!!!
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