martes, 30 de agosto de 2011

Fuentes



“Septiembre o seca las fuentes o tira los puentes”.


Otra vez a vueltas con el agua, pero esta vez para referirnos a una serie de construcciones que nos han facilitado su utilización. El disponer de este elemento, imprescindible para la vida, ha determinado la localización de la mayoría de los emplazamientos humanos. La capital de España se situó en Madrid por disponer de un mejor abastecimiento de agua para grandes poblaciones, frente a sus competidoras.


La forma más elemental es el manantial, curso de agua que surge directamente del suelo. La única intervención realizada, en la mayoría de las ocasiones, es la simple limpieza de la surgencia. En algunos casos se colocan piedras alrededor para protegerla o para su mejor localización. Suelen estar dispersas por el campo y su uso se restringe a pastores o agricultores que realizan su actividad en la zona.




Para mayor protección del agua de consumo humano se construyen las fuentes. Para evitar la contaminación y el acceso de los animales, alrededor del manantial se construye una habitación con una única puerta de acceso que impide el contacto del agua con cualquier tipo de elemento no deseado.


Algunas veces el agua se encuentra en el interior de un pozo. La extracción se realiza mediante diferentes ingenios. Uno de los más simples es el cigüeñal, que aprovecha la ley de la palanca.


En otras ocasiones se construye un arca en el que se recoge el agua para más tarde transportarla por una tubería o verterla a un pilón. Aquí las formas se diversifican, aparecen adornos de diferentes tipos y se complementan con distintas estructuras dependiendo de sus aprovechamiento (consumo humano, abrevadero, lavadero…).




Hasta no hace mucho tiempo las fuentes eran el centro de la actividad de nuestros pueblos. La mayoría de los habitantes tenía que pasar por ella casi todos los días. Gran número de matrimonios se han fraguado alrededor de las fuentes. El mozo que va con el ganado al abrevadero y la moza que llena los cantaros para el consumo doméstico.


Con la instalación del agua corriente en todos nuestros pueblos las fuentes perdieron sus funciones y las relaciones sociales se trasladaron a otros espacios. Hoy han desaparecido muchas de ellas y la gran mayoría de las que quedan se encuentran en estado de abandono. Incluso fuentes que podrían considerarse como monumentales. Por ejemplo la Fuente del Cerezo de Ledesma que aguanta el paso del tiempo cerca de un estercolero, a pesar de formar parte de muchos folletos turísticos.


En Salamanca no hay muchas fuentes monumentales, ni siquiera en la capital de provincia. Quizás la única que merezca este apelativo sea la de la plaza del Buen Alcalde de Ciudad Rodrigo, con sus figuras de bronce.


Hay fuentes con una función específica, como la Fuente Linares de Navasfrías. Su construcción esta pensada para las labores de preparación del lino (de aquí su nombre). Consta de un espacio donde introducir el lino para que se vaya cociendo. También tiene una piedra plana donde espadar las plantas para separar las fibras que se utilizaran más tarde para realizar los tejidos.


En algunas ocasiones se vuelve la vista a tras y se intenta dar el merecido homenaje a estas construcciones que tanta importancia tuvieron en nuestras vidas. Pero en muchas ocasiones los nuevos materiales o las estructuras prefabricadas no consiguen que el intento sea fructífero.


“Será por dinero porque gusto nos sobra”.


3 comentarios:

  1. Me da pena ir por los pueblos y como ver que pierden sus bebederos y sus fuentes, espero nos demos cuenta que no debemos perder estas joyinas.

    Gracias por compartir tus fotografías.

    Un abrazo utópico, Irma.-

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  2. Muy bueno este articulo y muy buenas las fotos. La verdad es que es muy triste ver como se van deteriorando las fuentes de los pueblos, basicamente por falta de mantenimiento y limpieza.

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  3. Qué buen resumen de 'la vida y milagros' de fuentes y manantiales que, como dices, en torno a ellos rodaba la vida de nuestros pueblos y sus habitantes hasta no hace demasiado tiempo.
    Además con una recopilación fotográfica estupenda para ilustrar.
    Un saludo de 'Ojolince y sra.'

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