Una gran parte de la provincia de
Salamanca se encuentra cubierta por un bosque aclarado de encina, denominado
dehesa. El terreno es ondulado y los suelos son poco profundos, no siendo raros
los afloramientos rocosos. Escasean las zonas húmedas aunque el campo se
encuentra salpicado de pequeñas charcas y algunas lagunas un poco mayores.
Con los calores de los últimos
días de primavera recorremos algunos lugares de este paisaje. Unas pocas horas
sirven para mostrar la variedad de vida que podemos encontrar en este
territorio poco apreciado y no bien conocido.
Como siempre excelentes fotos
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