“Desviándonos un poco a la derecha por la carretera que
conduce a Bogajo, Llegamos a Yecla de Yeltes. A su lado está Yecla la Vieja, un
castro amurallado, por el estilo de los que hemos visto en Saldeana, Bermellar
y Lumbrales. Conserva el muro en todo su perímetro y, hasta la altura de dos
metros, en buen estado. Dos calles se cruzan en el centro, convertidas hay en
rústicas sendas para servicio de las tierras de labor a que está dedicado el
recinto. Su nombre primitivo fue probablemente Virlanga o Vislanda (Hübner,
CIL, II núm. 5033), hoy vinculado en arroyo inmediato Varlaña, y aun los
ancianos dicen que se llamó la ciudad de Irlanda.
Cuatro puertas se abren en sus murallas, una al noroeste,
obligando al que entra a dar una vuelta entre dos fuertes castillos que la
defendían; otra al sur, sencilla; otra al este, y otra, que podríamos llamar
postigo por su pequeñez, al nordeste. Como todos los castros de la orilla del
Yeltes creemos que pertenece a la edad del bronce en sus orígenes, y así
autorizan a sospecharlo los caballitos grabados en las peñas próximas, que los
de Yecla denominan los siete infantes de Lara (véase J. L. Martín, B. Academia
Historia, t. 75, pág 399).
Esta población fue romanizada como lo demuestran muchas
inscripciones que allí mismo se conservan, publicadas en nuestra Epigarfía
salmanatina. También se cristianizó con la Virgen del Castillo, cuya ermita está
contigua a los muros; la ermita de Santiago, que seguramente tiene la misma
finalidad, está un poco separada.”
Reseña Histórico Artística
de la provincia de Salamanca.
P. Cesar Moran (1946)
Por lo que veo tuvimos en esa zona una cultura céltica o de origen celta.
ResponderEliminarUn abrazo,