“El río Masueco, que se desliza ya de por sí con bastante
desnivel, llega a un pozo en que reposa; sale después por un estrecho cauce
labrado en roca, se asoma a un precipicio de unos cincuenta metros de altura, y
desde allí se despeña toda su agua, mezclada con el aire, blanca como la nieve,
en forma de gigantesca cola de caballo, produciendo horrísono estruendo, que se
propaga por el profundo valle y repercute de modo siniestro en el abrigo de las
pinturas, que lo recoge como trompeta acústica de colosales dimensiones. Este
fenómeno, raro en nuestra región, lleva el nombre significativo de los Humos de
Masueco.
Observando un rato esta imponente cascada, llega un momento
que la masa de agua, cayendo vertical, parece una pieza inmóvil, y que los
peñascos laterales son los que dan vueltas de abajo arriba. El efecto de esta
caída de agua depende de la época en que se visite. Durante el invierno, cuando
el caudal del río es abundante, la cascada es magnífica, esplendorosa. En
verano el agua escasea y la majestad del salto disminuye considerablemente.”
Reseña Histórico Artística de la provincia de Salamanca
P. Cesar Morán (1946)
Hermosos y agrestes paisajes.
ResponderEliminarUn abrazo,